Sobre el blog

De ese baúl que un día abrí y de donde fluyen antagonismos, emociones, amaneceres. Mi mundo interno.

martes, 2 de septiembre de 2008

Reflexiones


Para muchos el hecho de ser como realmente somos presenta dificultades. Tenemos miedo de hacer el ridículo o, peor aún, de sentirnos rechazados. Por eso es que vamos a lo seguro. Inventamos disfraces y pequeñas rutinas imperturbables detras de las cuales nos escondemos. Jugamos a ser una persona mundana o a ser reservados, y confiamos que las fachadas que creamos nos protegerán de las miradas curiosas. Continuamos actuando así a pesar de que en verdad deseamos que aparezca alguien que no acepte nuestras mentiras. Irónicamente, esa persona que estamos tratando de ocultar es precisamente la persona que otros están buscando. El verdadero yo es mucho mejor que cualquier personalidad que podamos inventar. El verdadero amor implica no tener miedo a mostrar a los demás lo que verdaderamente somos. Al hacerlo, lo que creemos haber perdido en imagen, lo recuperamos diez veces más en confianza y respeto.

Recuerdo el autor de la novela que describía a uno de sus personajes como “tan humano como una guerra civil”.
Todos los que peleamos en la batalla entro lo que verdaderamente somos y lo que creemos que deberíamos ser para ser amados, sin duda nos identificaremos con ese personaje.
Si deseamos conocer el amor en nuestra vida, debemos revelarnos como realmente somos a aquellos que mantenemos a prudente distancia o a aquellos de los que vigorosamente quisiéramos protegernos. En realidad, no hay nada que esconder.

Leo Buscaglia

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.