Sobre el blog

De ese baúl que un día abrí y de donde fluyen antagonismos, emociones, amaneceres. Mi mundo interno.

viernes, 31 de agosto de 2007


La simpleza de lo complejo. He aquí lo que siento. El misterio de cada minuto. La incertidumbre del nuevo instante. La sonrisa tras la mirada triste. Y viceversa.
El volver a empezar y terminar en lo inmediato. Las palabras que van y vienen. Los sentimientos que se mezclan, las emociones que se nublan. Lo deseado y lo permitido. Lo permitido ahora, mas no en lo siguiente.
El volar con la seguridad de caer. Mientras menos alto, menos duele. Es hora de abrir el baúl y guardar en él, el vaivén de emociones. Es hora de cerrar el baúl, alzar la mirada y continuar el camino.

Córdoba, 26/04/07


3 comentarios:

Anónimo dijo...

No, no cierres el baúl. Al menos no todavía. Ya me estoy acostumbrando a estar afuera. Además, hay baúles que una vez abiertos...

Unknown dijo...

Aveces es necesario cerrar baules para abrir otros...
Lo que si me gustaria que el fantamsma del baul saliera de la sombras y se diera a conocer...

Anónimo dijo...

Hace muchos años, tenía que esconderme de la gente. No podía cruzarme con nadie, pues, ni bien me veían, me golpeaban. Aún los que decían amarme. Un buen día, todo fue oscuridad. Ya nadie me golpeó. Hasta que abrieron el baúl y, todavía un poco cegado por la luz, pude pasear entre la gente. Ahora nadie puede verme. Nadie sabe quién soy. Nadie sabe dónde estoy. No puedo entender por qué suelen llamar vida a lo de antes.